EXPEDIENTE. Por Manuel Fernando López.

+ "El saber de mis hijos..."
+ El rector en su “macho”
+ Duelo de necios
...hará mi grandeza", reza la frase acuñada por José Vasconcelos --el mismo de la "carne asada"-- para la Universidad de Sonora; la cual parece irse convirtiendo en mero recuerdo ante la crítica situación actual y, donde la pandilla comandada por Guillermo Padrés Elías se frota las manos para empuñar el garrote y, hacer del Alma Mater una institución privada para seguir complaciendo al depredador brutal del neoliberalismo.
Está claro que el rector Heriberto Grijalva Monteverde, es un títere manejado desde palacio de gobierno –por “Memo” pues—con la instrucción precisa de “reventar” al Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Unison, llevándose como siempre ocurre “ente las patas” a miles de estudiantes y, en consecuencia a sus padres.
Lo anterior aún cuando el rector tiene cómo cubrir los salarios caídos de los trabajadores –suman cerca de cincuenta millones de pesos—debido a que estos recursos ya están presupuestados.
Es aberrante que el reclamo por cláusulas no cumplidas a los sindicalizados el adeudo llegue apenas a los cinco millones; de aquí la lectura especial que merece este asunto.
Tanto el gobernador como la mayoría de funcionarios del primer círculo, el cariño y raigambre hacia la universidad está demasiado lejano; incluso el mismo jefe del Ejecutivo, al parecer es egresado de una escuela “patito” –por lo mismo de “paga”--y, Modesto Valerio Torres, dirigente del Steus, con su actitud de “todo o nada” está haciendo las delicias de la pandilla en mención e hincar las garras en tan preciado bien de la sociedad.
Para quienes saben leer e interpretar, el conflicto en mención ha sido desde el principio, un perfecto juego del “tío lolo”: en su momento, el propio gobernador argumentó estar “tronado”—él no por supuesto, sino las arcas del gobierno y, todos sabemos por qué—y, en todo caso el único apoyo para destrabar el problema, sería de índole moral (¡?).
Luego se dejan querer en espera de “sacrificarse” por la Universidad de Sonora, recibir los aplausos por ser sus “salvadores” mediante la petición de convertirse en árbitros, tal y como lo comprueba el desplegado por parte de académicos, dirigida ésta a Gildardo Monge Escárcega, secretario del trabajo de este gobierno, dependencia que desde hace rato trae perdida la brújula, envuelta en anomalías y corruptelas.
Petición que a decir del citado funcionario –una muestra más del “equipo”—no se ha hecho en forma formal. Llegado el momento de la intervención del Estado en el conflicto, podrían estar brincando de la sartén a la lumbre y recibir el garrotazo como respuesta.
Van dyesde este espacio, algunas opciones para hacer desde el punto de vista del grupo empresarial que gobierna --¡?--la entidad algunas opciones para hacer más rentable la Unison y, de plano olvidarse de que los “jodidos” merecen instrucción.
1.- Convertirla en un enorme museo para exhibir dinosaurios, que envidiarían en el mismo parque jurásico. Auténticos fósiles enquistados en la nómina como maestros; la mayoría muy mediocres y, a quienes “ni con humo” pudieron sacarlos, teniéndole verdadero horror a dejar la generosa teta universitaria y, verse en el “horror” de trabajar.
2. Construir—gracias al inmenso espíritu empresarial del “Nuevo Sonora”— gimnasios y cabañas “discretas” de esparcimiento para funcionarios muy cansados de “servirle” al pueblo; claro, gratis no va a ser.
3.- Ahora bien, como en este gabinete también hay proyectos agrícolas – para lucro personal por supuesto—el titular de Agricultura, Héctor Ciscomani, podría consultar al arquitecto Enrique Flores López –aunque sea del PRI, al fin, los negocios unen – para como dijo una vez –EFL—“fumigar—el campus universitario—ponerlo en cuarentena y, luego meter tractores para arar y sembrar hortalizas”.
Pero claro, la última palabra—les resta poco—la tienen los del “Nuevo Sonora”. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario