VICTOR HUGO EN EL SEPELIO DE HONORATO DE BALZAC



Discurso de Víctor Hugo en el sepelio de Honorato de Balzac el 22 de agosto de 1850. 

Ahora tiene la palabra Víctor Hugo, el único que posee la dignidad y la grandeza que la hora exige. 

“El hombre que baja a la fosa pertenece a aquellos a quienes acompaña el dolor público. Desde ahora las miradas no se dirigen hacia las testas que mandan, sino hacia las de aquellos que piensan y, todo el país tiembla cuando una de  éstas desaparece. Hoy el duelo del pueblo es el dolor por la muerte de un hombre de talento, el duelo nacional es la pena por la desaparición de un hombre de genio. El nombre de Balzac se une  ahora a la estela luminosa que nuestra época deja al futuro... 

“Su muerte ha estremecido a Francia. Había vuelto a la patria hace pocos meses. Como se sentía morir, quiso volver a ver la tierra natal, del mismo modo que se corre a abrazar a la madre antes de un largo viaje. Su vida fue breve pero plena, fue más rica en obras que en días. ¡Oh, este poderoso e incansable trabajador, este filósofo, este pensador, este genio vivió entre nosotros aquella vida llena de tempestades y luchas que es deparada a todos los grandes!. Hoy descansa en paz”. 

“Está ahora por encima de la lucha y el odio. El mismo día entra en la tumba y en la gloria. De hoy en adelante brillará por encima de todas las nubes que pasan sobre nuestra cabeza, brillará entre las estrellas de nuestra patria. Todos vosotros que estáis aquí, estaréis tentados de envidiarlo. Más por grande que sea nuestro dolor por esta pérdida, irgámonos en la catástrofe . Aceptémosla con todo lo que tiene de duro y aflictivo. Tal vez es oportuno, tal vez es necesario que en tiempos como los nuestros , de vez en cuando una muerte infunda un religioso estremecimiento a los espíritus colmados de duda y escepticismo. La providencia sabe lo que hace cuando enfrenta al pueblo con el supremo misterio y lo hace meditar sobre la muerte, que es la gran igualdad y, al mismo tiempo la gran libertad”. 

“Sólo pensamientos serios y elevados pueden colmar todas las conciencias cuando un genio nobilísimo entra majestuosamente en la otra existencia , cuando uno de los seres que ha volado largo tiempo con las alas visibles del genio por encima de la multitud, abre de repente las otras que no se pueden ver y desaparece en lo desconocido. No. ¡No es la desconocido! Ya lo dije en otra ocasión dolorosa y no me cansaré de repetirlo: no es la noche... es la luz. No es la nada... es la eternidad. No es el fin...; es el comienzo”. 

“¿No es verdad?, os pregunto a todos los que me escucháis: ataúdes como éste son una prueba de la inmortalidad”.   
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario